Nos desplazamos al interior, dirección Marrakech. En ruta, pararemos en una cooperativa de argán donde podremos ver cómo se elabora el aceite de argán y algunas mujeres nos mostrarán algunos productos de cosméticos elaborados artesanalmente.
En Marrakech, aprovecharemos para realizar un par de visitas a los jardines de Menara y Majorelle.
Los jardines de Menara y su pabellón de los placeres guardan celosamente los secretos de los encuentros apasionados de los sultanes con sus amantes. Agua y olivos fueron testimonios de la sensualidad y el placer ocultados.
El jardín Majorelle ofrece un espacio de naturaleza virgen y exotismo. Numerosas especies de cactús, nenúfares y pájaros adornan este pequeño pulmón de Marrakech. Yves Saint Laurent lo utilizó como espacio-musa para sus creaciones de moda durante bastantes años. Allí podemos encontrar su tumba. Amantes de la fotografía, os vais a acelerar cuando veáis tantos rincones bonitos por inmortalizar.
Disfrutad de la noche de Marrakech, que será nuestra última noche bajo el cielo de Marruecos.